La mamá de Javi se detiene al lado de su
hijo, Javi solamente tiene siete años pero sabe mucho de amor. La
jóven mamá espera un bebé, está de pocas semanas pero Javi ya lo sabe
porque de noche le despertaron los gritos de sus papás, ellos discutían
porque el nuevo bebé no entraba en sus planes, primero tenían que
acabar de pagar la hipoteca de su casa, comprarse un nuevo coche, ya
que el que tienen lleva cuatro años rodando, los gastos son muchos y un
nuevo hijo les viene a desbaratar su economía.

Javi sigue llorando junto al Belén, su mamá le pregunta ¿por qué
lloras hijo? el niño responde, ves mamá, Jesús nació pobre, no tenía ni
siquiera una cunita dónde dormir, pero sus papás le querían mucho, yo
quiero a mi hermanito, le prefiero a él, antes que a un coche nuevo, yo
le dejaré mi ropa y mis juguetes, le enseñaré a jugar y a reir, cuándo
yo nací, ¿tampoco estábais contentos? ¿no me queríais? sabes mamá, esto
es lo que me pone triste.
La mamá de Javi se conmovió, entonces ella observó con detenimiento
el Belén que todos los años ponían en su casa, nunca se había fijado en
la pobreza del nacimiento del Redentor, su niño le había mostrado la
realidad de la vida, y es que, el amor supera todos los obstáculos, los
bienes materiales están a nuestro servicio, pero ante todo está el ser
humano.
A partir de aquél día los papás de Javi esperaron con inmensa
alegría el nacimiento de su segundo hijo, el Nacimiento de Jesús fué el
mejor ejemplo para ellos y Javi fué muy felíz al ver que toda la casa
rebosaba alegría esperando la llegada de su nuevo hermanito.