Hoy ha terminado el viaje del Papa a Tierra Santa: Jordania, Israel y los territorios palestinos han tenido un mensaje de paz, si bien con dificultades. Y los católicos han encontrado a su Padre en su propia casa.
"Una de las cosas más tristes que he visto durante mi visita a estas tierras -señaló- ha sido el muro. Mientras pasaba a su lado, he rezado por un futuro en que los pueblos de Tierra Santa vivan en paz y armonía sin necesidad de esos instrumentos de seguridad y separación, sino respetándose y confiando unos en otros y renunciando a cualquier forma de violencia y agresión" (Benedicto XVI)