Sobre la Magia de los Reyes Magos

Magia blanca... la que manifiesta un poder bueno en la ficción infantil, la de las hadas, los magos y otros seres maravillosos que existen en la imaginación de los niños. Son seres que viven en nuestro interior y se alimentan de nuestra propia bondad. Magia negra: es real, deriva de la maldad humana, de los pactos con el diablo. Pero también hay una magia negra imaginativa... que deriva del juego intelectual humano que, moderadamente, es la sombra de mal que todos tenemos dentro. Imaginación y realidad se juntan. La magia de los Reyes Magos es muy distinta. Son seres reales, de carne y hueso... mejor dicho, ahora están sólo con su alma ahí, en el Cielo, dando gloria al Niño Dios que está en Cuerpo y Alma en el Cielo. Es realidad, realidad sobrenatural. Son realmente protectores de los niños y de los mayores. Y nos traen regalos de verdad. A los niños de la tierra les traen los regalos a través de pajes que les sirven, pajes que conviven con los niños todos los días y les conocen como si les hubiesen parido. A los mayores nos traen un regalo mayor, si cabe, nos traen el regalo de la alegría, de la felicidad de la infancia. Los Reyes Magos, seres de carne y hueso como tú y yo, por su fidelidad, viven una aventura única cada año, en la noche del 5 al 6 de enero. Y yo a esos Reyes les agradezco sus dones y les pido que sea al mismo tiempo mayor y niño. Mayor para servirles de paje si es su deseo, para alegrarme con la alegría ajena. Y, niño, para compartir con el Niño Dios los obsequios que en este día y en cada día del año, vaya recibiendo. frid