Melchor, Gaspar y Baltasar, son esperados con emoción por millares de niños españoles, los pequeños acuden a ver la llegada de los Magos de Oriente con una ilusión que solo los niños conocen, seguro que se acostarán muy temprano esperando que Sus Majestades los encuentren durmiendo y les dejen sus regalos. Recuerdo con mucho cariño la emoción que sentía en mi infancia ante la llegada de los Reyes Magos, los imaginaba viniendo por el cielo con sus preciosas túnicas de colores y los turbantes cubriéndoles la cabeza. En casa les dejábamos cubos de agua para que bebiesen los camellos y un copioso aperitivo para los Reyes, aunque fuese de noche, sabíamos que a ellos les gustaban mucho las patatas fritas, las aceitunas rellenas, las almejas y el Martini.
Luego nos ibámos a la cama para dormirnos pronto y esperar con ilusión la mañana siguiente. Al despertarnos acudíamos corriendo al recibidor, allí nos habían dejado cantidad de juguetes, a mis hermanos solían traerles coches, trenes eléctricos, juegos de arquitectura y soldaditos, a mi me traían muñecas, alguna con su cuna y sus vestidos, cuentos, juegos educativos y siempre alguna cosa que yo había pensado que me gustaba y que no se lo había dicho a nadie, ni siquiera lo había escrito en la carta a los Reyes, esto me confirmaba la existencia de los Reyes Magos, estaba segura de que existían y de que eran ellos los que me traían tantos regalos, si alguna niña en el colegio me decía que eran los padres, me enfadaba mucho con ella y le decía que mis padres nunca mentían. Cuándo un día dudé de su existencia se lo comenté a mi padre y el me respondió, "nunca te diré una verdad para quitarte una ilusión"
En aquél instante comprendí sus palabras pero no perdí la ilusión. Siempre tuve mucha fé en la existencia de los Reyes y la sigo teniendo, todavía siento una especial emoción la víspera de Reyes y me encanta ir a verlos en la Cabalgata, sigo poniendo mis zapatos en el salón de casa para que Melchor, Gaspar y Baltasar depositen junto a ellos sus regalos, nunca me fallan. Siento mucho agradeciemiento por la existencia de ésta fiesta, es entrañable, conmemoramos la adoración de los Reyes al Niño Jesús, por eso, no se trata solamente de una fiesta para los niños, es el día de la ilusión en el corazón de todos los hombres.