El calendario litúrgico de la Iglesia católica conmemora el 28 de diciembre como el día de los Santos Inocentes.
De acuerdo con un relato del Evangelio de San Mateo (2,13-13), el
Rey Herodes mandó matar a los niños de Belén menores de dos años al
verse burlado por los magos de Oriente que habían venido para saludar a
un recién nacido de estirpe regia.
Herodes era tan terriblemente celoso contra cualquiera que quisiera
reemplazarlo como rey, que había asesinado a dos de sus esposas y
asesinó también a varios de sus hijos, porque tenía temor de que
pudieran tratar de sustituirlo.
Llevaba muchos años gobernando de la manera más cruel y feroz, y
estaba resuelto a mandar matar a todo el que pretendiera ser rey de
Israel. Por eso la noticia de que acababa de nacer un niño que iba a
ser rey, lo llenó de temor y se dispuso a tomar medidas para que no
ocurriera.
Herodes mandó llamar a los sumos sacerdotes y a los escribas y les
preguntó en que sitio exacto tenía que nacer el rey de Israel que
habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron: Tiene que ser en
Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas diciendo:
“Y tú, Belén, no eres la menor entre las ciudades de Judá, porque de tí
saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo de Israel” (Miq.5, 1).

Entonces rodeó con su ejército la pequeña ciudad de Belén, y mandó a
sus soldados que mataran a todos los niños menores de dos años, en la
ciudad y sus alrededores.
Dios dispuso que un ángel fuera la noche anterior a avisar a José
para que saliera huyendo hacia Egipto, y así cuando llegaron los
soldados, ya no pudieron encontrar al Niño que buscaban para matar.
San Mateo dice que en ese día se cumplió lo que había avisado el
profeta Jeremías: “Un griterío se oye en Ramá (cerca de Belén), es
Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y no se quiere
consolar, porque ya no existen” (Jer. 31, 15).
Se dio a estas víctimas el nombre de Santos Inocentes, por su
imposibilidad de haber pecado a tan temprana edad y por haber muerto en
lugar de Jesús.
A partir del siglo IV, se estableció una fiesta para venerar a estos
mártires. La devoción hizo el resto. En la iconografía se les presenta
como niños pequeños y de pecho, con coronas y palmas (alusión a su
martirio).
leer más aquí: costumbres e inocentadas.

Si este día algún conocido te pide una pequeña cantidad de dinero,
antes de abrir el monedero, piénsatelo. No conozco ningún caso de
devolución del mismo. Y es que los Santos Inocentes, además de
inocentes, deben ser muy desmemoriados.
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